IMPORTANTE:
- Respetar las normas del sitio.
- No dar de comer a los animales.
- Seguir en todo momento los senderos y respetar el paisaje, NO ALTEREN EL ENTORNO, es altamente vulnerable.
- En caso de ver a personas cometiendo infracciones, llamar al 112 y notificarlo.
La Madre del Agua es un pequeño y hermoso oasis en Fuerteventura, nombrado por su manantial que brota del suelo, antaño en épocas más húmedas el más abundante en la isla. Ubicado en el barranco de Ajuy, este rincón es un destacado punto de interés botánico, albergando palmeras de dátiles dulces, palmeras canarias, tarajales y cañizos. Madre del Agua es el mejor ejemplo de palmeral majorero, albergando ejemplares de inmenso valor y antigüedad en un entorno excepcional dentro de la aridez de Fuerteventura. Se ruega contemplar la belleza del entorno respetándolo al máximo.
Este emplazamiento se haya al fondo del Barranco de Ajuy, entorno que también alberga gran cantidad de palmeras ancianas de bello porte, reducto de lo que hace siglos fue un inmenso palmeral que cubría el barrando desde la costa de Ajuy hasta los pueblos de Toto y Betancuria tal y como lo expresó el normando Jean de Béthencourt a su llegada con los españoles a la isla.
Alrededor del palmeral pueden contemplarse #estanques y #gavias en las que antiguamente se plantaba, al igual que antiguos caserones para el control de la zafra (cosecha) o restos arqueológicos de poblados aborígenes. Todo esto hace que este sea uno de los entornos de más belleza y valor de Fuerteventura. Se espera que en un futuro cercano se proceda a su reacondicionamiento y cuidado por parte del Ayuntamiento de #Pájara.
El acceso en coche a esta zona es algo complicado ya que es un camino de tierra, lo aconsejable sería dejar el coche cerca de la entrada y salida del #barranco.
Muchas veces se ha intentado reparar y mejorar la zona, pero debido al abandono de la agricultura en la isla y a la extrema sequía que afecta a la isla desde el año 2010, muchas de las palmeras están sufriendo o muriendo, dañando un entorno de gran valor. Además, las cabras salvajes agravan la situación al comerse cualquier nuevo brotes de palmera, haciendo imposible la regeneración de la zona. Por último, la plaga de Picudín (diocalandra frumenti) que afecta la isla hace que enferman los ejemplares mayores. Se pide valorar el entorno y cuidarlo al máximo para no agravar la delicada situación en la que se encuentra. No desperdicie este oportunidad para contemplar la belleza de los entornos naturales de Fuerteventura.
