El Mirador de Vallebrón es uno de los miradores más característicos y famosos de Fuerteventura. Se encuentra en un collado de paso entre la llanura de La Oliva y el Valle de Vallebrón, a los pies de la montaña de la Muda (uno de los puntos más altos de la isla). Para llegar al mirador, se puede acceder desde la carretera FV-10, que conecta las localidades de La Oliva y Tindaya, tomando el desvío a Vallebrón. A lo largo del camino, los visitantes serán recibidos por un paisaje de colinas suaves y extensiones áridas, características del interior de Fuerteventura. El acceso es sencillo y está bien señalizado, con un aparcamiento cercano al mirador.
Desde el Mirador de Vallebrón se puede disfrutar de vistas panorámicas hacia todo el oeste majorero, donde se divisa la llanura de La Oliva, con su característico paisaje volcánico, y la imponente pirámide de traquita que es la Montaña de Tindaya justo en frente. Desde esta perspectiva es donde más se aprecia lo bello de Tindaya, con sus colores, formas y texturas diferentes a las del entorno, y que la llevaron a ser la montaña sagrada de los antiguos Mahos, donde aún hoy se pueden encontrar restos arqueológicos como los grabados podomorfos (el acceso está prohibido).
Hacia el este, el mirador ofrece una vista impresionante del Paisaje Protegido de Vallebrón; desde aquí se puede observar el antiguo sistema de terrazas agrícolas que utilizaban los campesinos majoreros para cultivar en un terreno tan árido, las gavias, al igual que infinitud de muros de piedra seca adornando las faldas de la montaña para controlar la escorrentía cuando llueve y evitar la pérdida de suelo