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Tindaya es un pequeño pueblo situado en el noroeste de Fuerteventura, al inicio de la llanura central, conocido tanto por su tranquilo entorno rural como por su impresionante montaña homónima, la Montaña de Tindaya. Formado por un pequeño casco histórico y multitud de pintorescas villas, este lugar es un destino atractivo para los visitantes que desean explorar una faceta diferente de la isla, tanto en lo natural como en lo cultural.

Ubicación y Acceso

El pueblo de Tindaya se encuentra en el municipio de La Oliva, a unos 20 minutos en coche desde la localidad de Corralejo y a unos 25 minutos de Puerto del Rosario, la capital de Fuerteventura. El acceso es sencillo a través de la carretera FV-10, que ofrece vistas panorámicas del paisaje volcánico característico de la isla, y que al llegar a Tindaya bordea alguno de los cuchillos volcánicos que quedaron como testigos del antiguo volcán al derrumbarse éste sobre el océano, como la Montaña de la Muda o la del Aceitunal (~700m). Al llegar a Tindaya, los visitantes son recibidos por un ambiente tranquilo, típico de los pueblos rurales de Fuerteventura, donde el tiempo parece haberse detenido.

El Pueblo de Tindaya

El pueblo de Tindaya es pequeño y pintoresco, con casas de arquitectura tradicional canaria y calles tranquilas. Una de las principales atracciones del pueblo es la Casa Alta, a la entrada del mismo; un museo etnográfico que ofrece una visión de la vida rural en Fuerteventura a lo largo de los siglos. Este museo está ubicado en una casa burguesa antigua restaurada, que conserva el estilo arquitectónico original. En su interior, los visitantes pueden explorar exposiciones sobre la cultura y las tradiciones de la isla, al igual que conocer más del valor natural y cultural de la Montaña de Tindaya.

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La Montaña de Tindaya

La Montaña de Tindaya es, sin duda, el elemento más emblemático del área. Con una altura de 400 metros, esta montaña sagrada ha sido un lugar de culto y reverencia para los aborígenes de Fuerteventura, los mahos, durante siglos. Lo que hace a la Montaña de Tindaya particularmente especial culturalmente son los más de 300 grabados podomorfos (grabados en forma de pies humanos) que se encuentran en su superficie. Estos grabados, que se cree tienen más de mil años, están orientados hacia el oeste, posiblemente hacia el Teide en Tenerife, lo que ha llevado a especulaciones sobre su significado astronómico o ritual.

Desde un punto de vista geológico, la Montaña de Tindaya es igualmente fascinante. Formada hace millones de años, esta montaña está compuesta por una roca traquita, muy rara y resultado de enormes bloques de magma especial enfriado lentamente en el interior del volcán durante milenios, y que le da su característico color gris claro. La erosión a lo largo de los siglos ha dado forma a su superficie, creando un paisaje único y atractivo. Además, la montaña se eleva de manera aislada en la llanura circundante, lo que la hace aún más impresionante y visible desde kilómetros de distancia.

Aunque la cima de la montaña es un área protegida debido a su valor arqueológico y cultural, está prohibido el ascenso (principalmente por vandalismo sobre el patrimonio arqueológico). Los alrededores no obstante ofrecen diversas rutas de senderismo que permiten a los visitantes disfrutar del paisaje y la tranquilidad de la zona. 

Mirador de Vallebrón

Contempla la mágica Montaña de Tindaya

La Oliva

La villa señorial de Fuerteventura, antigua residencia del poder militar.