Este pequeño mirador, situado en la misma carretera de Betancuria-Pájara a un lado, le ofrecerá la posibilidad de contemplar una de las escasas zonas húmedas que hay en Fuerteventura, incrustada en un despeñadero entre enormes moles de piedra plutónica originadas hace millones de años en el interior de los antiguos volcanes que se erigieron aquí.
Este mirador se encuentra situado casi en el pie del valle de Río Palmas, justo enfrente de la antigua Presa de Las Peñitas. Esta presa inició su construcción en la década de 1930, aunque la Guerra Civil Española retrasó su construcción y al final no llegó a alcanzar su tamaño esperado de 30m, quedándose en unos 20m. Debido al pobre estado del suelo en la cuenca del Rió Palmas, altamente desertizado y desprovisto de vegetación, las lluvias torrenciales arrastran grandes cantidades de sedimentos, y la presa quedo colmatada en pocas décadas.
A día de hoy la Presa de Las Peñitas se encuentra completamente llena de tierra, y lo que antes era un embalse ahora se ha convertido en una lámina de agua estacional que da cobijo a una gran biodiversidad autóctona, en flora como tarajales o palmeras canarias, pero también en fauna como anfibios, reptiles (como la endémica Lisneja) o aves como la tarabilla canaria, la focha común o el tarro canelo. El entorno, no menos imponente, ofrece vistas de enormes moles de piedra como sienita o dioritas que contrastan con el habitual color de las piedras basálticas que abundan en el resto de islas canarias.