Es un accidente del relieve caracterizado por la presencia de rocas poco erosionadas (aunque se distingue entre el malpaís viejo, más erosionado, y el nuevo, menos) de origen volcánico, en un ambiente árido.
Aunque un malpaís puede parecerse a los páramos que se forman por la erosión de las rocas sedimentarias en el mismo entorno, un malpaís se produce solo en un campo volcánico.